NOVELA ESPAÑOLA
LA LLAMA DE LA SABIDURÍA
sábado, octubre 29, 2016
19 de agosto de 2016
Me ha encantado leer La llama de la sabiduría por varios motivos. El primero es que no esperaba que pudiera sorprenderme leer otra novela histórica y de intriga, pero lo ha hecho y mucho.
Y me ha dejado admirada una cosa tan sencilla como que la trama se desarrolle en la ciudad de Valencia, en la Comunidad Valenciana y en el Mediterráneo. Parecerá curioso, pero los valencianos a veces creemos que nuestra vida, nuestra política, nuestra filosofía, nuestro arte, nuestras letras,… nuestros habitantes no son suficientes o no son dignos de exaltación.
Después de leer La llama de la sabiduría te das cuenta de que la riqueza y la grandiosidad que le hemos dado y le damos a nuestra historia y a nuestras tierras con nuestro trabajo, con nuestros conocimientos y ciencia es más grande que lo que siempre nos han hecho creer.
También te das cuenta de que la historia se repite y que esta grandiosidad siempre ha intentado estar dominada y manipulada por la corrupción, la mala gestión y los intereses de unos u otros.
Del mismo modo ocurrió en el siglo XV, época que J. Fco Ferrándiz elige para su novela. Un momento mágico en la Historia de Valencia, ya que nuestra ciudad se convertía en la puerta del Mediterráneo para Aragón y Castilla, se engalanaba de edificios tan preciosos como la Lonja de la Seda o el desaparecido palacio Sorell, vivía una época de esplendor comercial y cultural, se intensificaba su producción literaria calificada como el Siglo de Oro de las letras valencianas… Esta época mágica que también estuvo marcada por la corrupción, la hambruna y las enfermedades envuelve a la historia de una mujer que lucha contra el silencio y el peligro por defender su libertad, y la de todas las mujeres.
Este motivo también me ha dejado impresionada. La lectura de este libro me ha hecho rememorar a mujeres que desde la Antigüedad clásica han destacado por su pensamiento y sabiduría y que han sido silenciadas por el simple hecho de ser mujeres.
¿Tienen alma las mujeres? Con esta pregunta que parece tan absurda comienza la novela, pero es que esta cuestión fue motivo de grandes debates y discusiones en la Historia de la Humanidad. Y lo más sorprendente es que se daba por hecho la inferioridad física de la mujer, lo que se debatía era su capacidad para investigar, pensar, decidir, instruir,… ¿Sigue ocurriendo ahora lo mismo?
Así habla la antagonista al final de la novela: “Nos agreden, abusan de nosotras y se esconden. El miedo los hace fanáticos o esclavos. Se lamentan y piden perdón a Dios al borde de la muerte, pero no reparan el daño. Lo que oí durante tanto tiempo era en realidad el dolor amargo de mi alma. El mismo que padecen incontables mujeres sometidas, engañadas y sin consuelo ante la indiferencia o el desprecio.”
De esta novela también me han impresionado todos los datos históricos y culturales que conoce y nos da el autor.
Ahora ya entiendo mejor el verdadero origen de El cant de la Sibil·la. Un canto precioso que nunca imaginé que tuviera tanto arraigo en nuestra ciudad. La primera vez que oí hablar de él fue hace unos meses cuando conocí a Miguel, un hombre que me explicaba su origen y por qué lo había elegido para su negocio de flores. En cuanto vuelva del verano iré a hablar con él de este libro. Coincidencias sorprendentes.
También me ha gustado la estructura que le ha dado a la historia. Se trata de un viaje de crecimiento y de aprendizaje protagonizado por Irene. Pero ella misma lo divide en siete lecciones que quiere legar a su hija, para así no romper la cadena de la sabiduría. Esto la hace más original y la convierte en una novela redonda.
El ritmo y la disposición de las escenas es muy fílmico, perfectamente podría hacerse una película con esta historia. Esto también ayuda a que la lectura se haga amena y ligera, a pesar del número de páginas que tiene, pero no eliminaría ninguna. Es mucho el contenido y lo que se cuenta. Quizás tendría que apuntar que a veces parecen poco creíbles los diálogos de los personajes, pues las explicaciones que dan para entender el desarrollo de los hechos no es muy creíble en los momentos que lo hacen: a punto de morir, en una discusión de gran tensión… Son necesarias, pero demasiado largas en su boca. No sé.
En cualquier caso, esto es lo menos porque he disfrutado y me ha tenido en vilo varios días este libro. Ya me impresionó la exposición de fotografías sobre La llama de la Sabiduría que con mis compañeras de Leermásescribir vi en primavera en el Hotel de Las Arenas. Pero ahora lo estoy más.
Y por supuesto, no miraré y oiré las campanas del Micalet del mismo modo, ni pasearé por el Carrer de Caballers, el Pont del Mar o les Torres de Serrans con el mismo sentimiento. Si ya era de admiración, ahora lo será más y todo gracias al legado de BELLEZA y AMOR que las SIBILAS me han dejado. En una de ellas me he convertido.
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