EL DESORDEN QUE DEJAS

8 de agosto de 2016 Acabo de leer una novela que mis alumnos de Bachiller me regalaron al finalizar el curso. Al principio creía que ...

8 de agosto de 2016


Acabo de leer una novela que mis alumnos de Bachiller me regalaron al finalizar el curso. Al principio creía que se trataba de una broma porque la protagonista es una profesora de Literatura y desde los primeros capítulos se sabe que está amenazada de muerte por sus propios alumnos. 

Nunca veo series televisivas o películas de este género, tampoco leo estos libros de suspense o “thriller”. Pero no podía fallar a mis alumnos y la curiosidad me picaba. Desde pequeña jamás he dejado que mis amigos me contasen una historia de miedo o en la que tenía que padecer. Antes me levantaba del corro y me iba a otra esquina. Me pongo muy nerviosa.

Sin embargo, me ha gustado leerme El desorden que dejas, de Carlos Montero. Este guionista y escritor que ha ganado el Premio Primavera de 2016 ha sabido estar a la altura y ha sabido utilizar bien todos los ingredientes necesarios para confeccionar una historia de este género. Quizás ése sea el fallo, todo era demasiado predecible. Y que el final sea “agradable” también hace del libro una historia digna de ganar un premio que guste a un gran número de lectores. Hay que hacer negocio, claro. 

Pero para mí no ha sido original. Ha sido una novela rentable, como una de las series de Antena 3 de los martes por la noche. De ésas que espera media España para pasar miedo y olvidar el verdadero estrés y sufrimiento del día a día. Que por otra parte tampoco está mal. Pero a mí no me pillan.

Los ingredientes ya se conocen. Una protagonista intrépida que se atreve a todo y arriesga su vida de forma “irreal” y varios antagonistas que entretienen al lector hasta el final. Unos más “malos” y otros más “buenos”, pero todos empeñados en conseguir que la profe nueva no solucione el caso. Vamos, lo típico. 

El ritmo, de película. Sin duda se nota que el autor domina las artes fílmicas y sabe cómo hacer que la acción sea más rápida e intrigante para el lector. Es una novela que se lee rápidamente y que no tiene mucha dificultad en el léxico, ni en la sintaxis. Las oraciones son cortas y abunda el diálogo, esto también permite que la acción avance más deprisa. Al igual que los capítulos sean cortos. 

Me ha resultado curioso que todo se desarrolle en el lugar de origen del escritor. Creo que escribir una novela actual ambientada en tu propia tierra es difícil, porque parece que lo novelado siempre tiene que desarrollarse en lugares lejanos, fuera de tu día a día. En ese aspecto sí que me ha gustado la novela, porque las historias costumbristas y sociales, al estilo decimonónico, me interesan mucho. Sobre todo por el análisis psicológico de los personajes y las relaciones sociales. 

Quizás eso es lo que más miedo me ha dado, más que saber si Raquel iba a morir o no. Me parte el alma ser consciente de las debilidades humanas, de las miserias que siempre nos arrastran a nuestra propia destrucción. En este aspecto Montero no ha escatimado en detalles para que los lectores conozcamos las conducta más rastrera y mediocre del hombre.

Hablamos de suspense, de psicología y de conducta humana. Mucha materia, pero bien conjugada para sorprender al público en general. Sin embargo, conozco a otros novelistas que hubiesen hecho de esta historia una novela más original y sorprendente, pero no les darán el premio, claro.

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